Tu partida fue tan de repente que no hubo tiempo de despedirnos, tu recuerdo nos mantendrá vivos, con la firme esperanza de estar contigo pronto, porque este no es un adiós, sino un hasta luego. A Dios gracias por permitirnos ser parte de tu vida, por gozar de tu amor y de tu alegría infinita. Te queremos y nunca te olvidaremos. Tus hijos, nieta y familia.