De parte de su esposa, hijos, nietos y demás familiares. En aquel momento tan duro, mi pensamiento estuvo con ustedes...Ya saben que mi partida fue repentina pero siempre los quise, porque yo Gabriel Antonio, siempre tuve un lugar en mi corazón para cada uno de ustedes. No me olviden. A todos los que me estimaron en vida y hoy en vano lloran mi ausencia terrenal, les pido que eleven al Señor sus oraciones en mi nombre, como la última muestra de afecto.